lunes, 27 de abril de 2009

4. Capturar al Jabalí de Erimanto

El jabalí de Erimanto era una criatura que causaba estragos y vivía en el monte de Erimanto entre la Arcadia y la Élide, y circundante al valle de Alfeo. Este destrozaba los cultivos, atacaba a las poblaciones y traía enfermedades.

Euristeo comandó como cuarto trabajo a Heracles, que capturara a la bestia. En el camino, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo. Este, acordándose de tiempos lejanos le invitó su vino, sin embargo, los demás centauros se molestaron con él por haberse tomado su vino. Heracles en un inicio los ignoró, pero luego los mató debido a su insistencia con unas flechas venenosas. Cuando folo agarró una de las flechas, esta se le resbaló casualmente, perforándole el pie y dándole muerte.

Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde saltó sobre su lomo atándolo con cadenas después, llevándoselo a Micenas sobre sus hombros. Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a Heracles.


INTERPRETACIÓN:

El episodio de los centauros hace acordar a diversas escenas de la prédica de Jesús, principalmente recalcando los antivalores del prejuicio y los sentimiento de superioridad. Jesús fue muchas veces rechazado por predicar otras cosas, y grupos de gente completos lo ignoraban, entre ellos los fariseos y los involucrados con el Imperio Romano. Muchas veces lo incriminaban por convivir con personas poco merecedoras, y se enojaban cuando alguno de ellos decidía invitar a Jesús a su casa. Mateo, un cobrador de impuestos se hace discípulo de Jesús para desagrado de los demás cobradores que lo veían como insurgente y rebelde. Este enojo que muestran los centauros frente a la amistad de uno de los suyos con su enemigo, podría asemejarse al encuentro de Jesús con el Apóstol Mateo.

SIMBOLOGÍA CON CAPRICORNIO:

La constelación del cerdo, que muchas veces en confundida con la figura de una vaca, o hasta un ciervo, aparece durante el calendario del Zodíaco, cuando el sol alcanza la figura de la cabra salvaje es decir de Capricornio. Además de la faceta astronómica, también existe una similitud entre la esencia de la terca y desinteresada cabra con el cerdo que causa estragos. Estos vínculos elementales de diversos conceptos ecológicos se repiten en la mitología griega constantemente.

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